lunes, septiembre 26, 2011

Floreal Ruiz

El cantor de tango Floreal Ruiz (29 de marzo de 1916 – 17 de abril de 1978) Apodo: El Tata
 
 Por Ricardo García Blaya.
 
Cuando escucho a Floreal Ruiz tengo la sensación que el cantor lo hace de un modo tan natural y espontáneo que parecería estar sentado en una silla conversando informalmente, y las notas surgen de su garganta sin ningún esfuerzo. El timbre y la coloratura de su voz me resultan sonidos cotidianos, no hay estridencias ni falsos recursos, lo hace de la manera más difícil, sencillamente.
Es, sin duda, un cantor sutil, delicado, de una excelente dicción que permite entender no sólo la letra sino también su dramatismo.
Fue una de las grandes voces del cuarenta, y paradójicamente, su reconocimiento definitivo lo logró con el transcurso de los años, no en su momento de plenitud cuando integraba la orquesta de Aníbal Troilo. Esto se debió a dos motivos. Primero, porque en la década del cuarenta surgieron muchísimos cantores de un nivel excepcional; segundo, porque a él le tocó reemplazar en la orquesta de "Pichuco" a Francisco Fiorentino y actuar al lado del exitoso Alberto Marino, que era el cantor de moda.
Floreal Ruiz cantó siempre bien, aún en los últimos años de su carrera. Murió cantando.
 

“EL LOCO ABRIL DEL TANGO”

Crónica

“Ya se que estoy piantao, piantao, piantao”…canturreaba bajito palpitando la velada que anunciaba un nuevo acto institucional del Centro Cultural del Tango Zona Norte. Debemos ser muchos los colifatos porque la sala del Teatro “Del Viejo Concejo” lucía como en sus mejores noches. Muchachos y muchachas sin tiempo aguardaban impacientes en las butacas el inicio que como siempre fijó el tango emblema “De Academia”. Luego, todo el oficio de Rafael Ruffet para dar la bienvenida y establecer el comienzo del espectáculo.

El flaco Oscar Guevara, más flaco y bailarín que nunca, mostraba su nueva compañera, Lucía Villagra, a la que su condición de profesora le daba el plus extra de contar con sus alumnos expectantes, ávidos de entregarle el aplauso cálido, en términos futboleros “la hinchada”…Pavadita sonaba desde una vieja grabación de Alfredo de Ángelis y los danzarines comenzaron a mostrar un bagaje de cualidades que superaba las expectativas más exigentes. Esas espléndidas figuras coreográficas fueron el prólogo para que otros artistas tomaran la posta.
El cantor de tango Hernán Ielapi, acompañado por su guitarra primero y por Julio Pérez y Rubén Salazar después lució su joven y talentosa presencia en el tradicional escenario, que exhibía de fondo el estandarte con el obelisco encorvado en posición de ejecutar el bandoneón con el que nos identificamos desde hace casi quince años. El conventillo, Cuesta abajo, Pedacito de cielo, arrancaron efusivas manifestaciones de aprobación de los asistentes que ya disfrutaban la locura que preanunciaba el programa.

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jueves, septiembre 22, 2011

Clases de canto en Buenos Aires

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miércoles, septiembre 21, 2011

Roberto Grela, la guitarra del tango

Roberto Grela: Guitarrista y compositor (28 de junio de 1913 - 6 de septiembre de 1992). (Material extraído de Todo tango).

Por Néstor Pinsón y Ricardo García Blaya.
 
Para muchos fue el mayor guitarrista que ha dado el tango. En la historia del género hubo otros grandes ejecutantes que, a diferencia de Grela, estudiaron el instrumento y lograron mayores conocimientos musicales, como los casos de Mario Pardo, Horacio Pettorossi, José María Aguilar, Edmundo Rivero, Aníbal Arias u Osvaldo Avena. Pero él pertenecía al grupo de guitarristas que tocaban "de oído", y que se fueron formando artísticamente en el trabajo cotidiano, perfeccionándose por su propio talento y por el contacto con otros músicos. Era del grupo de los autodidactas como: Guillermo Barbieri, Manuel Parada, Rafael Iriarte y Rosendo Pesoa.
Muchos critican el uso de la púa, pero qué importa si su sonido fue único, provoca placer y, como ningún otro, nos conmueve espiritualmente.
Se lo definió como, autodidacta, "orejero", que utilizó la púa porque en ella encontró la sonoridad buscada. Pero esta no era efectista ni estridente. Horacio Ferrer nos dice: «Artista de sensibilidad exquisita y rara capacidad musical, asimiló a su instrumento el fraseo brillante y ligado de la tradición bandoneonística.»

lunes, septiembre 19, 2011

La voz de oro del tango

Cantor Alberto Marino (26 de abril de 1923 – 21 de junio de 1989). Los grandes que dejaron una huella imborrable en el tango

Por Ricardo García Blaya
 
Como decía un amigo mío «Alberto Marino es un lujo para el tango». Esta exageración obedecía, seguramente, a su registro de tenor y a la influencia de la escuela italiana de canto que si bien la tuvieron varios vocalistas del tango, en el caso del Tano Marino generaba la sensación que le sobraba voz para el desafío que le presentaban las letras.
Pasaba de un potente agudo a un profundo bajo con la facilidad de los elegidos, poseía un vibrato inconfundible pero del cual no abusaba.