martes, agosto 29, 2006

Ensayos de autores argentinos contemporáneos

Antonin Artaud o el Pensamiento latente del surrealismo


A: Luis Alberto Spinetta




Los delirios del artista se vienen declarando desde el horizonte, las penumbras del silencio se aproximan en el pensamiento latente, ¿qué existe más allá? la muerte, el deseo, la soledad y las palabras que acompañan al fantasma alterado a caminar sobre la escena de un texto profundo.

Artaud es un espíritu que va desde el cielo al infierno. Gritando desde la pequeña habitación de Rodez: merde‑mort‑dieu. Salta también por las neuronas del doctor Ferdiere, por los cabellos del doctor Latremoliere, ¿qué más?... cae la noche. El opio, la morfina y el electroshock son varios puntos que giran entre tantas agujas voladoras, en millones de voces alteradas, donde el eco programado para los oídos en una guerra, que junto a las bombas y al encierro, explotan al unísono en Europa.

Qué otro poeta podría vomitar estas palabras, luego de permanecer encerrado durante varios años en distintos asilos de Francia. De modo que para una mente lúcida como la de Artaud la vida provoca una serie de circunstancias para que el hombre luche. Así el poeta grita y dice: "Los asilos de alienados son receptáculos de magia negra conscientes y premeditados, y no se trata solamente de que los médicos favorezcan la magia por medio de terapéuticas intempestivas e híbridas sino que la ejercen. Si no hubiera habido médicos, jamás habría habido enfermos, ni esqueletos de muertos, ni enfermos para desollar y despellejar, porque es con los médicos y no con los enfermos que la sociedad comenzó...". Este poema es extenso y se llama Alienación y Magia Negra, fue escrito entre julio y septiembre de 1946. Pertenece al libro: Artaud el momo.


LA DESTRUCCIÓN DE LAS PALABRAS

El surrealismo es una palabra que cae y destroza una generación de artistas. Nace de la misma necesidad de gritar hacia una Europa decadente, se podría decir que nace para movilizar ideas y destruir las manos impulsadas por el espíritu palabreado. Desde aquel famoso y revolucionario manifiesto surrealista (dirigido por André Bretón) Artaud entra en contacto con el fuego, entra para cortar una página de las siguientes aperturas cerebrales. La fortaleza que oculta bajo su cabellera, el poeta‑negro corrompe, acaba y agita a varios artistas. Algunos dirán que esta loco, otros prolongarán la distancia de un hecho cultural‑pesado, a la imagen de un ser fuera del contexto social, y el resto tendrá la magia para compartir las emociones y el vuelo de un artista en actividad.

Basta dejar escapar una motivación para que el surrealismo golpee nuestras articulaciones. Lo apreciamos en la pintura de Max Ernst, en la dupla Bunuel‑Dali, en la poesía de Artaud etc. Los artistas se agitaban en un mundo tan real, que las alucinaciones iban in‑crescendo, convirtiéndolo todo en un desorden de las cosas, un vuelco enorme, sopesando el caos con la pasividad.

La traducción del surrealismo puede ser la siguiente: "Los sonidos penetran en el vacío del niño‑árbol, del verdugo‑activo, de la parca detrás nuestro. Los cuerpos se balancean en el ojo flotante, la luz recibe un pacto. La luz es un movimiento en el oscuro cuerpo del poeta y en las lágrimas de su ventana irreal. En el día de las fuerzas etéreas... en el día de la vida. Así como toda palabra cae en el olvido, también cae la mente succionada por el grito que tortura a la soledad. Cae y se destroza en mil pedazos, cuelga del espíritu de la mano deseada por la mente. Así la palabra vuela en nuestra vida. Por la misma fuerza que atormenta y deprime al artista, suicidios y suicidios sonríen, no por la misma risa que oímos, sino por el sabor dulce de la muerte.


EL ACTOR Y EL DESTINO


Como todos sabemos Artaud fue un hombre de teatro, esto quiere decir que fue actor, director de escena y que estuvo activo en casi todos los teatros franceses de la época. Sabemos que vivió en los teatros, o sea que durmió en los mismos. Podríamos mencionar algunas de las obras, como así también los roles. Debuta como diseñador de vestuario en: Les Olives de Lope de Rueda; es el Rey Moro en Moriana et Galvan de Alexandre Arnoux; Giresias El Adivino en Antigona de Jean Coctaeu, etc. Trabajo en los siguientes teatros: L'Oeuvre, Le Vieux Colombier, La Comedia de Los Campos Eliseos, El Teatro Pigalle, El Teatro de Follies‑Wagram, y compartió escenario con: Lugne, Falconetti (y una mujer que lo marcara y lo llevara al pico máximo del delirio) Génica Athanasiou. Cabe afirmar que el espíritu que se encuentra apoyado en esta figura, es un fantasma en la escena transportada al destino. Así la rebelión de una mente alterada, provoca una reacción en el publico y en el ambiente artístico, una revolución orgánica bajo los efectos de un guión adaptado de un relato netamente literario.

Artaud vuelca una serie de imágenes en la realidad teatral. Pone de manifiesto las preocupaciones de la vida teatral, para que no pierda su magia y termine en el vacío suspendido por un hilo, que frecuentemente sera el conductor de arrastrar a los actores hacia la depresión. También trabaja en cine. En 1922 hace un papel en Mater Dolorosa de Abel Gance, después bajo la dirección del mismo será Marat en Napoleón, en La passion de Jeanne D'Arce hará del Monje Massien del famoso director danés Carl Dreyer, con la destacada actriz Falconetti en el papel de Juana de Arco.

En 1927 crea con el actor Roger Vitrac el Teatro Alfred Jarry, un laboratorio de ideas en donde las escenas pasan a un plano oblicuo. Cabe mencionar la palabra psicodelia para rellenar las observaciones de los actores y del público. El 5 de enero de 1929, Artaud pone en escena la obra de Roger Vitrac "Victor Ou Les Enfants Au Pouvoir". Después el teatro Alfred Jarry se desintegrara, las dificultades para seguir apoyandolo económicamente arrasan, a todo esto las críticas y los medios de comunicación tampoco le son favorables. Ese mismo año publica un libro que titula "L'Art et La Mort" donde dice: "Tu estabas muerto y he aquí que te encuentras nuevamente vivo, solo que esta vez estas solo. En 1938 aparecen una serie de ensayos bajo el titulo "Le Theatre et son Double" donde expone sus ideas y conclusiones del arte que lo convertirá en un maestro de la escena metafísica. Uno de los puntos del libro tiene como titulo: El Teatro de la Crueldad, donde se manifiesta el concepto estético y filosófico. Leemos: "El teatro ha de ser igual a la vida, no a la vida individual (ese espectáculo individual de la vida donde triunfan los caracteres) sino a una especie de vida liberada, que elimine la individualidad humana, donde el hombre no es nada mas que un reflejo. El teatro de la crueldad ha sido creado para devolver al teatro una concepción de la vida apasionada y convulsiva; y en ese sentido de violento rigor, de extrema condensación de los elemento escénicos, ha de entenderse la crueldad de ese teatro.


DESCRIPCIÓN DE UN POETA TORTURADO


Tocar el abismo entero, completo, es haber acariciado el fuego entre las lineas de la muerte. Hay un cuello enorme capaz de rebotar en el espacio y chocar otra vez en el alma, Artaud en 1925 es la explosión de las letras, envuelve con sutileza el pensamiento de la intelectualidad a su alrededor, por qué no dejarlo actuar?

El crear constantemente versos no es nada más que una liberación gigantesca, es: LA LIBERACIÓN. Una verdad que destruye el círculo surrealista parisino. Artaud estaba loco, y su locura fue multiplicándose hasta la actualidad, hasta quebrar la alienación con la vida. Un grito desgarrador abre la página en la poesía, podríamos decir: que muchos enloquecieron de su espíritu. Un poeta llevado con los ojos vendados al subsuelo, una sensación de sentir los cuchillos afilandose a lo lejos, un flotar de poetas se deslizan por el río. Artaud es envuelto en una bolsa de nylon, es expuesto en una fiesta ácida. Su cabeza es atropellada por varios de sus colegas que hacen fila a su alrededor. El dolor ya no sube por su cuerpo, sus miembros se doblan hasta el amanecer. Si la tierra gime a su alrededor, es para darle sabor a su sexo, a sus articulaciones, o sea a su cuerpito. El pensamiento característico del poeta no puede arrastrarse eternamente, es obligado a ejercer distintas posiciones carentes de afectos. Un juego que lo lleva a contraponerse a Bretón y sus amistades, hacia el centro mismo de la vida, esa vida que tanto duele al ser inyectado por todos los orificios del mundo, por todos los huecos putrefactos que obligan a reivindicar la injusticia y el odio a los pensadores en actividad. Un poeta equilibrado no existe, pero no hay que electrocutar su espíritu, señalándolo por todos lados, manipularlo, estirar un órgano en un recipiente. Morder sus poemas y su corazón es un mismo dolor. Artaud representó un peligro para los europeos, más precisamente para los franceses. La pureza en estos casos que hay en el mundo, tenemos que mantenerla a muerte.


VAN GOGH: RETRATO DE UN IMPRESIONISTA CACHORRO


"Pues no hay nada que derrumbe la cosmografía, la demografía, de los eclipses, de los equinoccios y de las estaciones como una pintura de Van Gogh ". Carta a A. Bretón 28/02/1947.

Vincent Van Gogh, un delicado pintor que fuera también escritor en sus Cartas a Theo, un artista gigantesco, un creador que revelando sus cuadros, fuera estudiado y apreciado por Artaud en un ensayo titulado: "Van Gogh, el suicidado por la sociedad". La desidia, la tristeza se expresan en una carta enviada a su hermano Theo el 23 de julio de 1890, dice Van Gogh "...queria escribirte muchas cosas, pero ya no tengo voluntad, pues siento que es inútil...". El universo pintado por Van Gogh tiene un alma gemela, tiene un hermano que no fue Theo, sino Artaud. El estallido que revienta en el poeta, gira en un esbozo dado por el pintor en los rostros que dibuja y pinta. Esas personas sufriendo, trabajando, la fusión paralela a su encierro; pero todo el dolor que Artaud siente puede ser reflejado en los cuadros de Van Gogh. En todas las obras hay un profundo color que gira en los autorretratos como en las puestas de sol. La angustia corre desesperadamente por las telas, existe un violento rechazo contra la depresión y la soledad. El corte de la oreja en Van Gogh es el corte de la existencia en Artaud. El desideratum del poeta era la comprensión, una palabra que deambula y no quiere digerirse, como si no pudiese concebir al otro, así como Van Gogh no era comprendido, así se busco en los abismos para delinear las cordura que corre como las llamas hasta el centro del fuego mismo. Artaud‑Van Gogh, los oscuros, como dijeran algunos críticos. Decía el poeta francés Pierre Reverdy : Soy oscuro como el sentimiento.

En 1947 publica el ensayo Van Gogh el suicidado por la sociedad . Que cae como un yunque sobre todos. Cada pensamiento opuesto a la legitimidad de las cosas carece de valor para emprender una idea, un logro en la vida, tanto individual como social, todo lo que posee ese pensamiento es nimio. Los críticos a veces rompen con la realidad y de sus cabezas emergen diferentes realidades y mentiras que vuelan en sus contornos como un escudo protector. Pero la vida de Artaud como la de Van Gogh, donde el espíritu es arrancado lisa y llanamente sin objeción alguna es la lucha para sobrevivir a la materia. A Van Gogh lo tortura su hermano Theo, a Artaud los médicos, el primero sufre el suplicio dado por el Dr. Gachet; al poeta algunos que se dicen surrealistas. No olvidemos que el ensayo sobre Van Gogh fue escrito en la clínica psiquiátrica de Rodez. Entonces, si la frase de Francis Ponge: El hombre esta por llegar. El hombre es el futuro del hombre. Tiene por consigna elevar nuestros corazones, nuestros espíritus, no rompamos la bolsa de escroto para sangrar por las calles apestadas de odio y locura.

Van Gogh, el suicidado por la sociedad, es quizás el mejor ensayo que se haya escrito sobre el pintor impresionista, corroboremos lo expuesto en palabras de Artaud: "...Esos cuervos pintados dos días antes de su muerte, no le abrieron a Van Gogh, como tampoco sus otras telas, la puerta de cierta gloria póstuma; pero a través de la puerta, por él abierta, de un enigmático y triste más allá, abren a la pintura pintada, o mejor dicho a la naturaleza no pintada, la puerta oculta de un más allá posible, de una posible realidad permanente. No es común ver a un hombre, que lleva en el vientre el tiro que lo mata, poner en una tela cuervos negros sobre una especie de llanura quizá lívida, vacía en todo caso, en la que el color borra de vino de la tierra se enfrenta desesperadamente con el amarillo sucio de los trigales". Artaud lleva en el vientre la exaltación en palabras que lo matan. Los mismos cuervos son poseídos por el hombre para aumentar el caos en su pensamiento frágil, envuelto, hecho carne en el mundo para el vuelo de un ángel donde la ambigüedad siempre estuvo en su obra.

"Si me mato, no será para destruirme, sino para reconstruirme(...) Por el suicidio, reintroduzco mi designio en la naturaleza(...) Me libero de ese condicionamiento de mis órganos tan mal ajustados con mi yo (...) Ha dispuesto de mí hasta el absurdo, este Dios, me ha mantenido vivo en un vacío de negaciones, de renegaciones encarnizadas de mí mismo, ha destruido en mi hasta los minimos empujes de vida pensante, de vida sentida. Me he reducido a ser como un autómata que anda, pero un autómata que siente la ruptura de su inconsciencia (...) Ciertamente estoy muerto desde hace tiempo, ya estoy suicidado. Me han suicidado.


CAÍDA Y DESTRUCCIÓN



Posiblemente la mística de Artaud tenga un peso relativamente Heavy. Cuando emprende el viaje a México (en el año 1936) una fuente de energía reacciona en un país donde la palabra surrealismo está creciendo entre los intelectuales, digamos que esta emergiendo de las cabezas parlantes. Hay una necesidad enorme de reventar el surrealismo, y Aratud entra en contacto con los sedientos de las letras. Se propone dar una serie de conferencias y es invitado a realizarlas en el anfiteatro Bolívar de la escuela nacional preparatoria, los días 26, 27 29 de febrero de 1936. Las charlas se publican en el famoso periódico mexicano El Nacional. En estas conferencias Artaud habla del surrealismo, del teatro y de su desvinculación con la política que los surrealistas habían incorporado en Francia. Propone a los intelectuales mexicanos que no copien el modelo francés, ya que el mundo europeo tiene una política tan materialista, que una tierra como la de México terriblemente marcada por un espíritu guerrero, debe negarse a caer en un plano netamente chato e imperceptible. Pero el propósito de Artaud es entrar, conocer y participar en los rituales de los indios Tarahumaras, y lo logra. Se produce la apertura alucinante del poeta, la relación y el contacto con la naturaleza provoca una serie de emociones y experiencias donde la idea de conservar una cultura latente como la de las fuerzas ocultas indígenas se nos presenta como las iluminaciones eternas del destino. Publica el libro: Viaje al país de los Tarahumaras. Lo cierto es que al convivir con los indios, se limpiara para siempre. Artaud es llevado a su regreso de México, como un ser poseído a Irlanda, con motivo de entregar un báculo que según él pertenece a San Patricio, pertenece a los irlandeses. La policía inglesa lo detiene y lo encierra, lo entrega a las autoridades francesas bajo una resistencia terrible del poeta. Por supuesto los franceses también lo encierran y el diagnóstico es: alienación. Es encerrado en distintos manicomios. Luego es llevado a una clínica de Rodez, desde donde se comunica con sus amigos (los pocos que lo acompañan) y donde se reúnen en tres tomos las famosas "Cartas de Rodez". Permanece durante siete u ocho años hasta que le permiten abandonar la clínica. A su regreso a París se conecta con sus colegas, parece un cadáver. Se cumple otro ciclo, un período totalmente negro.

Antonin Artaud falleció en Ivry‑Sur‑Seine (París) de cáncer anal, lo hallaron tirado al lado de su cama el cuatro de marzo de 1948.


Ese desafío de pensar sin restricciones


Quizá no lo sabía, pero intuía que estaba produciendo una foto para la posteridad, para ese momento post mortem en que una imagen se petrifica, se congela, se inmoviliza y se fija como nunca antes. Jean-Paul Sartre está en la calle, parado sobre un tacho, hablándole a la gente. Aún era el rey de la cultura francesa –y del mundo que se configuró después de la Segunda Guerra Mundial–, aunque su destino se cocinaba a fuego lento en las ollas del posmodernismo. Esa foto perduró más allá y más acá: la revista El Escarabajo de Oro, dirigida por Abelardo Castillo (ver aparte) en mayo de 1961, certificando su impronta sartreana, desplegó en una de sus portadas la imagen del pope del existencialismo. Muchos aprendieron a leer (y a leerlo) gracias a las traducciones de Aurora Bernárdez –la primera mujer de Cortázar– en la editorial Losada; los jóvenes de la década del setenta descubrieron en su vida y en su obra el paradigma del compromiso: querían ser como él o, al menos, parecerse; hubieran querido escribir tan sólo algunas líneas de Las palabras, tal vez aquella en la que señalaba: “Mis libros huelen a sudor y esfuerzo y admito que apestan por la nariz de nuestros aristócratas, muchas veces los he hecho en contra de mí, lo que quiere decir contra todos”.El autor de ese monumental ensayo de ontología fenomenológica El ser y la nada nació hace 100 años –el 21 de junio de 1905– y murió hace 25, pero el asesinato simbólico había ocurrido mucho antes, cuando se devaluó el horizonte programático sartreano de “el sentido de la Historia y su Verdad”. Murió el mismo año en que murieron Bar-thes, Lacan y Piaget, quienes habían sido, desde el punto de vista del andamiaje teórico, los que lo habían empujado hacia el olvido. Al filósofo le tocaba despedirse de un mundo que lo consideraba una figura anacrónica; el auge de su legado cuasicartesiano de iniciar la filosofía en el yo estaba completamente superado por las nuevas vertientes que, como un huracán, instauraron “la muerte del sujeto”. Y sin embargo, no hay asesinato simbólico que pueda resistir la multiplicidad de lugares y posiciones que ocupa Sartre en la filosofía, en la literatura, en su literatura dramática, con piezas de teatro como Las moscas, A puerta cerrada, Muertos sin sepultura, El diablo y el buen Dios, Las troyanas, Nekrasov, Las manos sucias y Los secuestrados de Altona, entre otras.Le parecía imposible escribir si no rendía cuentas de su mundo interior y de la manera en que el mundo objetivo se le aparecía. La verdadera literatura, en Sartre, comienza ahí donde la filosofía se detiene. Como autor dramático no trató de renovar las formas, sino de depurar el contenido mediante un retorno a lo trágico. La libertad humana, que él encuentra en las tragedias griegas de Sófocles y de Esquilo, es el motivo principal decantado por Sartre, que entiende que lo más conmovedor que puede mostrar el teatro es una personalidad en formación, el momento de la opción, la decisión libre que compromete una moral y toda una vida. Las criaturas sartreanas son lanzadas o puestas en situaciones extremas y universales. Si estas piezas “apestan”, si están escritas en contra de sí mismo, es decir en contra de todos, no extraña que la violencia, la crueldad y la acidez revelen, en parte, el mecanismo que el autor utiliza para desmontar las certezas espirituales de los personajes, pero al mismo tiempo de sus lectores. El héroe de El diablo y el buen Dios, Goetz, después de perder en una partida de dados opta por hacer el Bien con el mismo empecinamiento con el que antes hacía el Mal. El camino que sigue Goetz es el camino de la libertad: pasa de la creencia en Dios al ateísmo, de una moral abstracta, sin lugar ni tiempo, a una opción concreta. Goetz le reprocha al cura Heinrich: “Dos partidos se enfrentan y tú pretendes pertenecer a los dos a la vez... un traidor que traiciona es un traidor que se acepta”. En A puerta cerrada (1943), Sartre coloca a Inés, Estelle y Garcin en el infierno. Y Garcin dice: “El infierno son los otros”, frase que ha sufrido el desgaste de la repetición y de las interpretaciones equívocas. “Lo que yo diga sobre mí siempre contiene el juicio de otro. Lo que yo siento en mí está viciado del juicio de los demás. Lo cual quiere decir que si establezco mal las relaciones me coloco en total dependencia con respecto a los demás. Y entonces estoy efectivamente en un infierno”, aclaró Sartre. “Y existe una cantidad de gente en el mundo que está en un infierno porque depende excesivamente del juicio de los demás. Pero esto no quiere decir en absoluto que no se puede tener vínculos con los otros. Esto quiere decir simplemente que los demás tienen una importancia capital para cada uno de nosotros.”Quizá no sólo el dramaturgo, sino el narrador de La náusea y el filósofo de Crítica de la razón dialéctica deberían ser revisitados ahora que el sujeto no está tan muerto como se proclamó dos décadas atrás. “No debo fijarme límites a mí mismo, y no debo permitir que otros los fijen por mí”, dijo el filósofo francés respecto de su deber como intelectual. Ese es el mejor legado sartreano: pensar sin ninguna restricción, incluso a riesgo de cometer errores.

domingo, agosto 27, 2006

Poemas


La médula del río (poemas) de Jorge Castañeda


I. CENTRO RABIOSO DE ATENCIÓN


Pataleando debajo del enfermo,
Indudable cuerpo que duerme
Cuando los ácidos del cáctus
Demandan tierra circular para la mitología
De la creación.


II. EN LA MEMBRANA DE LA ALUCINACIÓN

A lo largo de viajes sin temperatura
Y con el espejo castrado de un músico callejero
Se aclaraba tu murmullo
(...en la introducción a mi árbol
de hueso cocido por Cabalistas
peripatéticos...)
terráqueo
y ebrio de Dios.


III. LOS SONÁMBULOS

Bajo el volcán
Van apilando el aliento del espíritu
Mojando con la punta del ojo
La ceremonia acuática del comienzo,
(un suelo abstracto
pasapormilado
encadenado a la imagen exacta de la palabra)
la eternidad acostumbrada al ojo
contagiando la lengua enorme de los Huarpes
y convocando al predicador de signos:
se entiende la masacre del pensamiento.


IV . JUNTO AL OÍDO DEL MUNDO

Clavando mi mano hasta el tuétano
Dejamos
La vera seca junto al ruido de la cama
Fermentando
Las sacudidas
Para ser cadáveres que alientan a sus hijos,
¿quién abre el surco petrificado
quién
a esta hora de conjuros
entristece tu boca?
Y tus ojos
Arañando el témpano
Río arriba
Donde el embrión anhela vida
Vida de nube que recuerda tu gusto por mi voz.


V. OTRA VEZ EL DESIERTO

Se ahoga naturalmente
Y los muertos abultados
Señalando los ladridos de la piedra,
Con la cabeza ruidosa
Desaparecen en el habla de los encapuchados.


VI. LA MÉDULA DEL RÍO

Sabe repetir la profundidad de los astros,
Donde se muerden los higos
Se muerden resonancias sin levadura,
Bendice su mirada infinita
Bendice al hombre que flota en la medula del río,
Lejos
Hacia una lejanía de muerte pasajera
A un paso de distancia
De la red con espuma salvavidas,
Respiremos bajo la sombra del cetáceo
Respira con la agonía de la sombra,
La medula del río
Habla en la cima del cosmos injertado,
En la inmemorial humedad del caos
(no se ven los labios hinchados de la madre ),
bendice su orgasmo agrietado
bendice esta boca lamiendo su alma,
lejos
los muertos a media asta
flamean
hacia una lejanía de incendios
hacia un brillo arrastrado
a la melancolía del río.


VII. SE FUE LA SANGRE

A derramarse continua
Por dentro,
Se apagó el esparcimiento
Por miedo a seguir procreando
Y no reconocer
La cicatriz del barco que peina las sombras:
El vestigio de la antorcha
Socorre la labor del sueño.


VIII. LA VIEJA TRADICIÓN DEL RITO

Anuncio la pena por el lenguaje
Sopesándolo con las luminarias de la madre,
Madre haz que el deseo hable
Y encontremos el río perdido de la sangre,
¿se bebieron tu melena blanca?


IX. VOZ DIURNA

Del capullo que nace feroz
En la jauría de los álamos,
¿quién verifica tu brazo picado
en el lugar estremecedor del brote?
¿quién
a esta hora de conjuros
vaga por tu piel?
Voz diurna
Húndete en la materia del guijarro
Antes del coito lanzado por teléfono,
A oídos del que envió la lluvia
Para el bronce del cielo,
Empuja feroz
Empuja
Desoxidando el sexo que te oprime,
Un grito cincelado
Sobrevuela el pensamiento,
Un hierro vivo
Muestra sus colmillos
Y duerme abrazado a su madre.


X. SÍ, BENDECIRÁN LOS UMBRALES

Tanto para nosotros, como para la evaporación
De los muertos,
Lo saben los ríos que te suceden
Las antorchas que sospechan
Los huéspedes de párpados contemporáneos:
El cielo se raja de llanto para sí.


XI. SUCEDÁNEO

Postrado como un fósil ardiente,
Nomenclatura difícil de explicar
Donde yace el cañaveral de los nichos,
¿a quien explicamos el verbo?
(...si nosotros, masticando la mística del lenguaje
cantáramos al ritmo de los salmos
el universo en polvo
se arrastraría por las venas de los muertos...).


XII. EXTRAÑO LA MEDULA HEREDADA

En la liturgia del pecho con aliento:
Flexible oración y elogio al sueño lunar
Que surge de los gritos del oprimido.
¡Celebro mi infancia de oro!
Las vértebras del procreador sin pecado
Se ensamblan en mi pensamiento.


XIII. SOLO DE GUITARRA

Bajo los efectos de la claridad mediática,
San arsénico hundido
En ampollas eléctricas,
Bosquejo dodecafónico en las inmediaciones
De una edición bilingüe.


XIV. FACSÍMIL TRIPARTITO DEL TIEMPO

Y
Consuelo feroz en el antisigno,
Molécula terrible y triste en todo pleamar.


XV. NUESTRO RÉQUIEM

Ajustado a las lenguas de las bóvedas,
Intercepta el murmullo de la nieve
Entre arenas abultadas a la solemnidad de la ley,
TU - KA
TU - KA
Tuka blindada en la boca de muerte lenta
Abominable cabellera, atormentada, sin brazos,
Espejo cubierto a la memoria de mi padre.


XVI. LA CÚSPIDE DEL SONIDO QUE EMITEN LOS PAJAROS

Cabe en la cabeza de cualquier obsesionado que
Descansa a disposición del publico rotundamente
Atento a la reapertura de una civilización que
Escucha el ruido de los cuerpos cuando se rozan,
O mejor dicho, cuando transpiran al unísono.


XVII. ATADO

Bajo el cielo más solitario del mundo
Yace el pensamiento oscuro,
Fragmentos de vida inmortal
Que no saben del corto periodo a imagen
Y semejanza de la luz.


XVIII. LA COMIDA OBRA

Según la calamidad del caos,
Bendice las fiestas del desierto
Cuyo manto se estremece en las arenas.


XIX. ESBELTA QUEMAZÓN DE UN AMIGO

¿quién no esta quemado?
Los melenudos Aqueos
Crujen ante una virgen vegetativa.


XX. EL APOCALIPSIS MIENTE

Sus aguas no anuncian orgías matinales
Solo envuelven miedo a un cerebro enano,
Nos quedamos solos
Con el cielo menstruado,
Un anciano abre su boca
Su hijo come el cuello del útero invisible.


XXI. LA MADURACIÓN DEL OJO

Conmueve la cabeza reversible del océano,
Invierte el rostro del mundo
Hacia la médula del río.


XXII. UN METAL COMIDO

Por los muertos bienaventurados:
Trágicos observadores de la nada.


XXIII. UN ÍDOLO DE CACTUS

Pasado por el cedazo de carne
(jugo ritual anverso al cráneo),
Las enumeraciones huelen a
Reptil de cáñamo dorado.


XXIV. LA RESPIRACIÓN EN EL UMBRAL

Es un mimo sin monedas
¿vivir en el horizonte del mundo?
La sombra de la línea
Invade el cántaro de tu sexo.


XXV. CONTEMPLACIÓN PURA

Hacia la planta del último Huarpe,
Fricción de humos
En el arrastre de las palabras.


XXVI. LA LUZ DEL CUENCO

Mirador de dientes en almíbar,
Estalactitas de batallas antiguas,
La finalidad de la extracción
Es ampliar el dolor del guerrero.


XXVII. ÍDEM VOCAL

De un hongo salvaje
Envuelto para la ambientación del signo,
La sangre del ojo
Escapa a la grieta de hembra en cuestión,
Carne de incienso
Alma sujeta como el aroma del huemul,
Trinchera de pequeños peces aromatizados con alcohol,
Propiedad del desierto en mantener el oxigeno para el tiempo
Sujeto al reclamo eterno de la parca,
Observa la noche en la materia
Parece un punzón en cada oído del viento,
Carne de melancolía
Alma de pocillo acuático y sensible,
La lunación de tu mano me peina en el sereno,
El domingo ahoga con su llanto,
La angustia avanza en la jeringa depositada en la sala del pensamiento.


XXVIII. SURREALISMO UTÓPICO

Venido a menos y con túnicas de cambio perpetuo,
La arquitectura es una isla que muerde la medula
Del último Huarpe
Y lo transforma en río
Para humedecer las arenas del parto.


XXIX

A) LOS CUERPOS VIVOS
Del océano constituido.

B) Los trágicos campos de exterminio
en la cabeza del mundo.

C) El brillo subterráneo de tus curvas
es mi antídoto final contra el abismo
de animales reencarnados.


XXX. CARAVANA SINIESTRA DE HUESOS NOCTURNOS

Los muertos hablan del eco prolongado de los sacerdotes,
La Cienaga oculta embellece el recuadro del ojo,
En las escrituras
La medula surca tus cadenas,
El río final
Exhala vida,
Yo quería vivir en tus senos
Pero los funcionarios
Se hastiaban de alimentos no perecederos.



"Lo propicio" (poemas) de Martín Riva.

1. Se lo llevaron preso

: Se lo llevaron preso por escribir y decir cierto tipo de cosas. /
La ley prohibe escribir, hablar o aludir (bajo cualquier medio) de cierto tipo de cosas. //

El juez no supo o no quiso o no pudo analizar debidamente si eran coherentes o no esos escritos y esas declaraciones públicas. /
Algunas personas le dijeron que hizo mal en escribir y decir cierto tipo de cosas. /
Su abogado —que sería juez en menos de una década— le dijo que hizo mal en escribir y decir cierto tipo de cosas sin contar con poderes suficientes. //

Pero toda esta información se transformó en noticia; /
Y la noticia empezó a ser consumida por millones de personas, /
Hasta que la situación se hizo insostenible. /
Entonces lo tuvieron que dejar en libertad. //

El denunciante pensó que hizo mal en hacer la denuncia; /
Pensó que lo mejor hubiera sido mandarlo a matar; /
O mandarlo a matar y hacerlo desaparecer; /
Pero después se dio cuenta de que eso ya se había hecho muchas veces, sin contar con mayores resultados. //:

2. Vendrán, otra vez, a interrumpirnos

: Vendrán, otra vez, a interrumpirnos, /
A tapar con tierra el césped verde de una casa hermosa. //

Pero hay ámbitos donde ellos no pueden entrar. //

Si no llegan hasta nosotros con sus ruidos, /
O si se quedan donde apenas se los oye desde aquí, /
De todos modos estarán interrumpiéndonos. //

Pero hay ámbitos donde ellos no pueden entrar. //

Aunque no haya ninguno de nuestros sentidos relacionándose con ellos, /
Sabemos que están ahí, molestándonos —molestándose tal vez—, /
Haciendo valer su derecho a vivir en lo mísero. //

De vez en cuando algún color desaparece entre los ruidos. /
Algunos van, otros vuelven, otros se quedan, otros llegan por primera vez. //

Hay ámbitos donde ellos no pueden entrar sin dejar de ser ellos. //:

3. Tengo un zapato de cada color

: Tengo un zapato de cada color: uno es negro, el otro es marrón. /
Camino, entro, salgo, saludo, me sonríen, y yo pienso que los zapatos ayudan a que me juzguen mejor, y a que sea realmente mejor. //

Antes solía avisar de la diferencia de colores, de modelos, de que están teñidos. /
Ahora ni se me ocurre decir eso a cualquiera; /
Sólo unos pocos saben que tengo un zapato de cada color. //

Y si lo digo ahora es porque un poema es sólo una parte de la realidad, sólo una parte de las personas sabrá que tengo un zapato de cada color. /
Además, desde aquí, quizás, no les cause tanto daño —y, quizás, hasta les haga bien— saber que tengo un zapato de cada color. //:

4. Hablemos bien de mí

: Hablemos bien de mí las veces que sea necesario. /
Recordemos mis virtudes, mis aciertos, mis azares favorables. /
Miremos fotografías donde se me vea sonriente. /
Proyectemos actividades para que continúe desarrollándome. /
Hagamos silencio o espacio para que pueda empezar a decir o hacer alguna cosa bella, justa, buena. /
Afirmemos que sí, que tengo razón. /
Agradezcamos el hecho de haberme conocido. /
Busquemos variantes para que el tedio o la tristeza o cualquier otro enemigo se vaya rápido (o lo antes posible). //

Ciertas formas de la muerte tienen que ser expulsadas, si es que pueden ser expulsadas. /
Ciertas formas de la muerte tienen que ser aceptadas, si es que no pueden ser expulsadas. //:

5. Las mujeres nuevas y hermosas

: Las mujeres nuevas y hermosas escriben mejor, /
Mejor que otras mujeres que no son nuevas y hermosas. //

Lo descubrí una noche en un recital de poesía. /
Habían leído otras mujeres —y algunos hombres— hasta que leyó una de las mujeres nuevas y hermosas. /
Me di cuenta de todo casi antes de que comenzara a leer sus poemas. /
Después, otras mujeres y otros hombres, continuaron leyendo, /
Y no hicieron más que acentuar el descubrimiento. //

(La novedad suele perderse con la recurrencia de lo erótico en acción. /
La belleza, aunque perdure, suele olvidarse con la presencia y la cercanía.) //

También descubrí que las verdaderas mujeres nuevas y hermosas saben mantenerse en la novedad y la belleza, /
Y, sobre todo, que escriben mejor, prescindiendo (o no) de ser nuevas y hermosas. //:

6.En la multitud de la ciudad

: En la multitud de la ciudad descreo aún más de la muerte. /
Existe, claro, la muerte incierta de las personas, /
Que se refuta con el nacimiento y la memoria. //

Tal vez el único poder originario sea de la vida; /
Tal vez sea la vida quien le otorga poder a la muerte, para así evolucionar, entretenerse y vengarse; /
Tal vez seamos nosotros quienes le demos su poder a la muerte. //

Si me equivoco, nadie habrá en los universos para destacar mi error de haber dicho que la muerte no podrá aniquilar la vida. //

Pero si la muerte es total, no me quejo, /
Porque vivir un instante o vivir lo que se ha vivido vale por encima de la muerte eterna. //

No se trata tanto de esperanza, sino de una perspectiva de pensamiento. //:

7. Entre otras cosas escribo

: Entre otras cosas escribo, y soy escritor, /
Pero podría hacer muchas otras cosas para constituirme. /
Podría, por ejemplo, fabricar sillones, vender nueces peladas, /
Manejar un ascensor, acomodar cajas livianas en un depósito. //

Si dejara de haber escritura, yo seguiría viviendo con la posibilidad de un interés pleno. /
Buscaría la manera de potenciar mi nueva ocupación. //

LLegado el caso me compraré maderas, telas, herramientas, haré unos planos y luego un sillón para alegrías varias. //

Si tuviera infinitas vidas, no quisiera desperdiciar ninguna. /
Sé que existe el dolor, el fracaso y la muerte, /
Pero también sé que existe el placer, el éxito y la vida. //:

8. Sólo por salir de su casa

: Sólo por salir de su casa y pasear por la ciudad, esa mujer debería recibir retribuciones económicas. /
Los comerciantes deberían hacerle descuentos y regalos. /
El Estado debería ayudarla en lo que necesite. //

Sólo por pasear ante conocidos y desconocidos, ella salva su no producción de dinero, su falta de títulos y su negación a estudios legalizados. //

Nadie parece tener conciencia de su aporte social. //:

9. Se fueron a trabajar en la mañana

: Se fueron a trabajar en la mañana; /
Volvieron durante la noche. /
Yo dormía mientras ellos sufrían. //

Ayer también me acosté por la mañana, /
Cuando ellos se fueron a trabajar. //

El domingo pasado no trabajaron. /
Yo dormía mientras ellos sufrían. //:

10. A veces encuentro personas que se me parecen

: A veces encuentro personas que se me parecen; /
Les miro las orejas, la nariz y la boca. /
O me entero de personas similares en la historia, /
Que me alegran, me acompañan, me sostienen, me estimulan. //

Más allá de errores, bromas y tonalidades, /
Algo debe haber para que el universo (hasta ahora) haya hecho una excepción conmigo. //:


"Lo propicio" pertenece al trabajo Los placeres del pertinente de Martín Riva.