viernes, enero 15, 2021

Poesía

Canción para Alejandra
 
Crece desde el fuego central
hacia todos los adentros posibles
en la piel de una niña con ojos de madrugada.
 
No aprendió a mentirse
ni a desoír sus voces ni a olvidar.
 
Desde la última inocencia cabalga corceles indómitos
que pastan sobre la llanura de su pecho incendiado,
lamiendo sombras resplandecientes,
agudas llamas de belleza oscura
sobre los muros de la noche.
 
Ha cantado la tristeza de lo que nace
con mirada tierna y sombría;
trepa hacia el espejo llameante
donde guarda una jaula hecha pájaro,
brazos empecinados en abrazar al viento.
 
Cuando eras niña y las negras mañanas de sol
consumaban la vida en un instante,
en aquél horizonte vuelvo a esperarte
sin súplicas ni promesas,
al negro sol del perpetuo día.
 
Alejandra Pizarnik

 

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